jueves, 24 de septiembre de 2015

Son las noches del un poquito más, las noche del miedo al amanecer, el temor a perder la suavidad de la caricia, de que se te escurra la certeza de estar vivo entre los dedos, así como te vence el sueño, tan fácilmente, que se desvanezca este instante carente de aire y ajeno a los ruidos diarios. Ventajas de estar borracho; la felicidad de estar al otro lado del mundo, la contemplación de la fachada en ruinas, de la grieta implacable, de lo despiadado de tu ausencia, de la enorme sabiduría del silencio. Las noches en las que lo intento y casi lo consigo, las noches amables de Agosto.

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